Electrificación del Roca, una historia de fechas falsas y usuarios que esperan.

images (2)La electrificación del ramal Constitución – La Plata del Ferrocarril Roca (¿Cuándo le cambiarán el nombre?), da para escribir una novela.

Después de años de promesas incumplidas durante el 2014 el Gobierno nacional se dispuso a iniciar mejoras en el Ferrocarril Roca, electrificando el ramal Constitución – La Plata.

La Oficina Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) convocó para el 6 de junio de ese año a una Audiencia Pública Ambiental para poner en “discusión” –una forma elegante de llamar a la reunión- la “Subestación Transformadora Quilmes” encargada de la alimentación eléctrica de este ramal ferroviario. Subestación que se construirá, a pesar de la oposición social, en medio de la ciudad, demostrando que no aprendieron nada y que la consigna es burlarse de la gente, ya que el electromagnetismo que generan estas subestación y el tendido de los cables que las alimentan son causantes de enfermedades y muerte. Cientos de estudios, y experiencias lo han probado.

En la Audiencia Pública quedó claro que los vecinos de Quilmes quieren la electrificación y que los afectados por el lugar elegido se oponen (defendiendo su salud) a la construcción de la subestación en el predio de la ex playa de maniobras ubicada entre las vías del ferrocarril y las calles Triunvirato, Amoedo y Vicente López. Esta posición era acompañada por otros vecinos del Distrito y varios movimientos sociales.

Fue una larga lucha que culminó con un acuerdo entre el Municipio y los vecinos, que consistió en ubicar la subestación en otro lugar, dentro del mismo predio, previa solución habitacional de las familias que vivían, legalmente, dentro del mismo.

Al llegar a estos acuerdos, y otros que no vienen al caso para este relato, parecía que comenzaba la obra y que en octubre de 2015, según lo anunciado, la electrificación llegaría hasta Berazategui y solo unos días después a La Plata. Estaba claro que el objetivo de Randazzo era que la obra se inaugurara antes de las elecciones nacionales, en las que el Ministro de Transporte aspiraba a ser candidato a presidente.

A partir de aquí empieza un concierto de postergaciones, que demuestran improvisación y apresuramientos, aunque lo central son algunas definiciones que se tomaron durante este tiempo.

Junto a los vecinos organizados, desde el Foro planteamos una alternativa que evitaba la construcción de la subestación eléctrica en el centro de Quilmes, la principal preocupación por el alto riesgo para la salud humana. En pocas palabras, la propuesta era construir dos subestaciones, una en la playa de maniobras de kilo 5 (frente a la cancha de Independiente) y la otra en los degradados terrenos de Pereyra, ocasionado por la Marina Argentina cuando tenía allí un lugar de adiestramiento. La respuesta nunca fue contundente, “no se puede técnicamente” dijeron sin ninguna explicación.

Les propusimos, con argumentos sólidos, elevar la capacidad de la subestación Temperley, lo que les permitiría llegar hasta Quilmes, y con la SE de Pereyra –que queda a mitad de camino entre esta ciudad y La Plata- culminar el suministro necesario. La respuesta volvió a ser no y otra vez sin argumentos sólidos. Después con el tiempo uno se entera que la ecuación era solo económica. Como siempre la plata por delante de la salud humana.

El 7 de septiembre nos dejan sin ferrocarril, y lo sustituyen con micros, resolviendo a medias el problema que ocasionaban. Dijeron que por 3 meses y ya llevan 4 y medio.

El 5 de diciembre la ex presidenta Cristina Fernández inauguro la nueva estación City Bell (que aún sigue en obras) y el tramo Constitución – Quilmes con un acto en la Estación Don Bosco, a pesar de que Randazzo decía que el funcionamiento real sería el 14 de diciembre. Una de las últimas truchadas del gobierno saliente. Hoy todavía no circulan los trenes entre la estación cabecera y Quilmes. Después de cinco o seis postergaciones de hecho, -todavía recordamos cuando Bagú aseguraba que el 30 de octubre los trenes llegarían a Berazategui-, ahora hablan de poner en funcionamiento el primer tramo (hasta Quilmes) el 23 de enero, aunque los rumores ya se extienden a febrero.

Pero volvamos a la subestación, después de alguna suspendida licitación, en mayo de 2015 se le adjudicó la SE a la UTE conformada por Siemens S.A. y Tecnología y Servicios Urbanos (Tesur S.A.) anunciando que iniciaban las obras en octubre del 2015. Aún no pasó nada. De cualquier manera el Subsecretario de Coordinación de Administración del Ministerio del Interior y Transporte, Gerardo Otero, en septiembre del año pasado ya anunció que para llegar a Quilmes (y ahora dicen Berazategui también) se previa usar la energía de la subestación Temperley y construir un par de generadores en estaciones alternativas (Don Bosco, por ejemplo). Es decir que se podía, vecinos y organizaciones sociales teníamos razón.

El centro de todo este apurado y desordenado cuento es que una vez más no se escuchó a los vecinos y se les pondrá la subestación eléctrica en medio del barrio a pesar de su oposición y habiendo alternativas superadoras.

¿No estaremos a tiempo, -total parece que el tiempo a ellos no les interesa  ya que no viajan en tren) y empezar de nuevo, con el tema de la SE? Es decir alimentar el primer tramo: Constitución-Quilmes (incluso Berazategui) desde Temperley -con la conexión que ya hicieron el 15 de noviembre pasado-, y construir la subestación en esas dos o tres hectáreas desvastadas de Pereyra, donde no vive nadie en los alrededores, para terminar la obra hasta La Plata, para lo que aún no se animan a ponerle fecha y están hablando de mediados de año. Tiempo suficiente para construir la SE en Pereyra, quizás con más trabajo y algo más de dinero, pero asegurando la salud de miles de personas.

Si no se puede, señores funcionarios convoquen a la población y den una explicación coherente y científica. Nuevo Presidente, nuevo Ministro, quizás nuevos técnicos (no sabemos). No miren para otro lado, esto también es parte de su gestión.

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