Puerto Nizuc sigue destruyendo nuestro futuro en búsqueda de mayores beneficios económicos.

En una publicidad con forma de reportaje a Martín Gandara, desarrollador del complejo Puerto Nizuc que se lleva a cabo en la planicie baja de la ribera de Hudson, después de hablar de las bondades que ofrecen y lo maravilloso que es vivir rodeado de naturaleza a pocos minutos del centro de la Capital Federal, reconoce sin rodeos que habrían adquirido 170 ha para ampliar su “maravilloso” emprendimiento, con el que ya han destruido 365 ha de bosques y humedales donde además de viviendas están desarrollando un polo comercial para pocos.
Aunque Gandara no dijo, ni su socio allí presente tampoco, que esas 170 hectáreas son de humedales, bosques nativos ribereños y selva marginal y que además son las últimas hectáreas que quedan intactas en la costa de Hudson y que ahora se proponen destruirlas para seguir con la construcción de un complejo habitacional destinado para muy pocos.
Hace tiempo El Foro ha iniciado una acción judicial para intentar detener definitivamente el efecto devastador de lo que ahora podríamos denominar Puerto Nizuc primera parte y de esa manera salvar el poco bosque nativo que aún queda sin derribar. Acción judicial que sufre el lento proceso de una Justicia que cada vez es menos justa.
Ahora un grupo de organizaciones sociales y ambientales de la región hemos presentado con carácter de urgente un pedido de reunión con la Ministra de Ambiente de la provincia, Sra. Daniela Vilar, para trasladarle personalmente esta realidad y la preocupación por el avance descontrolado de los llamados desarrolladores inmobiliarios. Claro que no es el primer reclamo, como tampoco las veces que no se escuchó nuestras voces y muy pocas las respuestas obtenidas, las que siempre fueron para beneficiar a los innombrables desarrolladores. Veremos qué pasa en esta oportunidad.
Nos preocupa que la sociedad siga escuchando el canto de sirenas de los interés de los más poderosos. Es una necesidad inmediata pelear en defensa de los bienes comunes naturales, como son los bosques, humedales y valles de inundación, porque el futuro es hoy.
Si los seres humanos somos dueños de nuestro futuro y no reaccionamos podemos asegurar que el futuro es muy incierto.



