Biodiversidad: peligro de extinción

Un informe de la ONU alerta sobre la próxima desaparición de un millón de especies animales y vegetales.

La argentina Sandra Díaz, copresidenta de ese estudio, destacó que “el deterioro ha alcanzado niveles inéditos en la historia humana” y agregó que “la vida sobre la Tierra tal y como la conocemos se acerca peligrosamente a un punto de inflexión”.

Informe de la Onu (2)- mayo 2019

 

 

 

 

 

El futuro de la naturaleza –y, por consiguiente, de los seres humanos– es cada vez más desalentador. Según un informe sobre biodiversidad auspiciado por la ONU, un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción y muchas de ellas, incluso, podrían desaparecer en las próximas décadas.

“Lamentablemente el informe no sorprende”, dice Manuel Jaramillo, director de Fundación Vida Silvestre. El experto afirma que ya el año pasado, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) alertó con cifras muy similares. Pero ahora ya se trata de un estudio mandado a realizar por las Naciones Unidas.

Según explicó el informe del Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (Ipbes), en el que trabajaron 450 expertos durante tres años, el 75 por ciento del entorno terrestre y el 66 por ciento del marino están “gravemente alterados” por la actividad humana.

Y aquí no se escapa nadie, si bien los principales responsable son las grandes multinacionales, ningún funcionario por más pequeño que sea escapa a esta realidad, incluye hasta el últimoIMG_4882 ignoto intendente o concejal que para quedarse con cuatro monedas (en este derroche de futuro) es capaz de autorizar la destrucción de la biodiversidad -como en nuestra región es la costa de Hudson o Quilmes-, para que otros fariseos que manejan un poco más de dinero hagan negocios con la construcción de barrios privados a costa de los bosques y humedales. Son insignificantes, pequeños idiotas útiles, pero responsables también.

El informe sobre el estado de la biodiversidad que se presentó en París es demoledor. Después de revisar 15.000 fuentes de referencia durante tres años, 450 investigadores llegaron a la conclusión de que, de las 18 clases de beneficios que la naturaleza le brinda al ser humano, en los últimos 50 años solo tres aumentaron: los relacionados con bienes de mercado, energía y producción agrícola.

«Todo el resto se empobreció y eso nos pone en riesgo -destaca Lucas Garibaldi, director del Instituto de Investigaciones en Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural, del Conicet, y coordinador del grupo de Tendencias del Ipbes-. Las contribuciones que aumentaron en muchos casos no son sustentables, porque fueron a costa de la erosión de los suelos de los cuales dependen. Hay una clara señal de que la capacidad del planeta para sostener la vida humana se está deteriorando gravemente. Tenemos que cambiar la relación con nuestra casa».

Causa escalofrió escuchar a Jane Goodalle (reconocida primatologa) narrar  que a finales del invierno en Groenlandia vio como se derretía el Gran acantilado de hielo y caer grandes trozos de hielo, y a su vez contar que en Panamá conoció a indígenas que ya habían abandonado sus islas porque con las marea alta debido al aumento del nivel de los océanos tuvieron que dejar sus hogares ya inhabitables.

Desde 1960, el 50% de la población enfrenta problemas de seguridad del agua, el aumento de la huella ecológica de la humanidad se duplicó o triplicó, y se perdió hasta el 25% de las áreas de bosque en América del Sur y Mesoamérica. El grueso de las deforestaciones es para abrirle paso a los grandes negocios agro-ganaderos.

Entre 2014 y 2015 se perdieron un millón y medio de hectáreas de pastizales, y desde 1970 se perdió más del 50% de la cubierta de arrecifes de coral.

Informe de la ONU - mayo 2019«Tenemos que entender que la biodiversidad no es algo romántico, no es solo de los ‘verdes’ o de los ambientalistas -afirma María Elena Zaccagnini, experta en el tema -. Lo interesante de este informe es que contempla las contribuciones de la naturaleza para la gente». (Nora Bär. La Nación. 7 de mayo de 2019).

Una de las principales causas de pérdida de la biodiversidad es el cambio en los usos del suelo. Según el informe del Ipbes, el impacto de los métodos de producción agrícola es incluso mayor que el cambio climático. Uno de los causantes de la actual situación.

«Toda la estructura agraria de la Argentina está dominada por unos pocos cultivos y eso implica un gran riesgo -explica Garibaldi-. Los grandes campos se trabajan con monocultivo y mucho uso de agroquímicos. Esta modalidad de producción tiene aspectos “positivos” (ingresan dólares al país) y negativos, porque existe un consenso de que están asociados con la pérdida de la biodiversidad, inundaciones, contaminación del agua. Positivo para los apropiadores, negativo para la gente, el presente y futuro de la vida (decimos nosotros).

Entre tantos datos negativos, hay algunos alentadores. Aunque la extinción de especies y la degradación de los ecosistemas se está acelerando, según el informe del Ipbes todavía se está a tiempo de dar un golpe de timón: «No es demasiado tarde si se trabaja en el nivel local y global, para usar la naturaleza de modo sustentable», afirman los autores.

«Sí, estamos a tiempo -dijo en una entrevista al diario El País la argentina Sandra Díaz, profesora de Ecología de Comunidades y Ecosistemas e investigadora superior del Conicet en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, y una de los tres investigadores que presidieron la elaboración del documento-.

El cambio climático y el peligro de extinción de la Biodiversidad, son caras de la misma moneda. Es tiempo de tomar conciencia y decir BASTA.

 

Material elaborado con artículos periodísticos de Página/12. La Nación y Clarín del 7 de mayo de 2019.

 

 

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