Marcha de los vecinos de la Subestación Rigolleau

Vecinos marcharon contra el accionar dictatorial que se despliega en  Berazategui para llevar adelante una obra fraudulenta.

La vida, el respeto a los derechos humanos y vivir en un país pleno de  democracia estuvo en el centro de la protesta que más de un centenar  de personas realizó hoy por las calles de Berazategui al exigir el  traslado de la subestación Rigolleau y el fin de la violenta ocupación  policial de las calles del barrio San Francisco y aledaños.

La marcha partió apenas pasadas las 10 de la mañana a metros del  vallado ciego que levantó la policía de la provincia de Buenos Aires,  vaya uno a saber para tapar que tipo de actividades que están  cometiendo, vallado que solo pueden atravesar los vecinos que sus  viviendas quedaron dentro del «refugio» y previa presentación de documentos que acrediten su condición de habitantes del lugar.

El primer alto se realizó en la oficina de la empresa Edesur, la que  se encontraba cerrada y fuertemente custodiada por personal de  infantería de la policía bonaerense. Una mujer, que dijo ser la  encargada de la oficina, recibió, con las persianas bajas y el cordón  policial de por medio, la carta dirigida a las autoridades de Edesur,  en la se los hace responsables de haber militarizado a una parte de la  sociedad berazateguense y co-responsables de los perjuicios que la  subestación traiga a los vecinos del barrio, ya que la exposición  prolongada a campos electromagnéticos, tal cual lo demuestran  centenares de estudios de distintos lugares del mundo, provoca  enfermedad y muerte.

La marcha continuó por el centro de la ciudad hasta llegar a la  Municipalidad con la intención de entregarle una carta de denuncia de  la violación de los más elementales derechos humanos al Intendente  Patricio Mussi, quien una vez más se negó a recibir, ya no una  delegación, sino una carta en la que se le recordaba que la ley  General del Ambiente reconoce el criterio de precaución y que la  Organización Mundial de la Salud considera fundamental el criterio de  prevención en los temas sanitarios.

La carta le reiteraba el pedido de traslado de la Subestación  Eléctrica «Rigolleau» fuera de toda zona poblada, evitando así el  riesgo de contraer diferentes enfermedades en quienes habitan,  estudian o trabajan en la zona de potencial afectación electromagnética.

En este 14 de febrero en Berazategui se demostró que a pesar de los  discursos sobre derechos humanos y democracia, en esta provincia, como  en otras a lo largo del país, al reclamo de la gente por sus derechos  más básicos, como la vida, el agua, la salud, se le contesta con  palos, con copamientos territoriales y amenazas.
Este 14 de febrero en Berazategui también se demostró que luchamos por  la vida, en defensa de los Derechos Humanos y la dignidad social.

El Gobierno Municipal, el ENRE (Ente Nacional regulador de la  electricidad que permite la obra en nombre del Gobierno Nacional) y  EDESUR, tendrán que seguir ocultándose detrás de los escudos  policiales y vallados ciegos para poder avanzar con sus negocios  macabros. Mientras tanto los vecinos seguiremos reclamando el traslado  de la subestación y continuaremos luchando para que no haya ningún  valor mayor que la vida.

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