Autopista Presidente Perón. El Parque Pereyra Iraola vuelve a estar en peligro.
Según un nota publicada por Clarín.com, con fecha 4 de febrero, continúan a pasos acelerados los trabajos para la construcción de la autopista Presidente Perón. Este medio periodístico hace mención a una información de Vialidad Nacional que dice que la obra en su totalidad estará terminada a fines de 2019.
También se publica una foto del trazado de la autopista en la que se observa que pasaría por la reserva de Biosfera Parque Pereyra. Es decir sostienen el viejo proyecto, que oportunamente fue rechazado, mayoritariamente, por las organizaciones sociales y la ciudadanía que participó en la Audiencia Publica realizada en 2010 en el Club Ducilo de Berazategui.
La voracidad del negocio parece no tener límites. Esta información, que nos ha puesto nuevamente en alerta, se produce a poco más de un mes de aprobarse la ley 14.888 de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos bonaerenses que como dijimos pone en peligro de extinción al 50% de los espacios verdes y el 30% de los humedales de la provincia de Buenos Aires. Esta información periodística, por lo tanto, habría que incorporarla dentro de esta realidad que venimos sosteniendo desde hace varios años, pues sin duda les crearía mejores condiciones a quienes persiguen arrasar con una parte de este reservorio natural.
En la nota, ya no se habla de que el objetivo de la Autopista sea vincular los puertos de Zárate- Campana y Ensenada, sino de “aquella vieja promesa de poder ir desde el Oeste a la Costa Atlántica sin pasar por la Ciudad de Buenos Aires”. Es decir una autopista para el negocio inmobiliario (que ya está pensado en varios lugares de su traza) y que además permitiría, a unos pocos, llegar más rápido a sus destinos turísticos.
Es llamativo que se mencione la construcción del cuarto y últimos tramo de esta autopista cuando aún sigue vigente una medida cautelar en defensa del Parque Pereyra Iraola, que se encuentra radicada en el Juzgado Federal de Quilmes.
La lectura del artículo mencionado da por sentado que Vialidad Nacional, lógicamente con el aval del Gobierno nacional, tiene la intención de avanzar con las obras del cuarto tramo de la Autopista Presidente Perón, pero volviendo al trazado original. Es decir pasar por el corazón del Parque, generando la perdida de una enorme variedad de especies vegetales, produciendo la desaparición de centenares de pájaros que habitan en el lugar y desalojando a una veintena de quinteros que trabajan esas tierras desde la creación del Parque, durante el segundo gobierno del General Perón.
Con esta obra el parque será fragmentado, violando la ley General del Ambiente, la ley de Bosques y las Constituciones de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, ya que el Parque Pereyra Iraola constituye una reserva de Biosfera de más de 10 mil hectáreas protegidas, en las que se purifican el aire y el agua que consumimos alrededor de 15 millones de personas que habitamos el conurbano bonaerense.
Aproximadamente un cuarto de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) en el mundo son absorbidos por la biosfera, reduciendo de este modo la cantidad de ese gas en la atmósfera. Esta devastación se produciría, además, cuando la Organización Mundial de la Salud incluyó recientemente a la contaminación del aire entre los cancerígenos humanos
Por otro lado, el Parque Pereyra ya se encuentra atravesado de norte a sur por la autopista Buenos Aires – La Plata y por la ruta 36. La construcción de otra autopista (de oeste a este) que implica un terraplén de 3 m de alto, un espacio de ocupación de alrededor de 150 m y crearía un triangulo que se convertiría en un nuevo contenedor de las aguas, dejando a las zonas aledañas expuestas a futuras inundaciones.
No sabemos el objetivo de este artículo que habla con total seguridad de la construcción de la autopista en su totalidad, si sabemos que nunca perdieron de vista este proyecto y que siempre intentaron construir el cuarto tramo por el corazón del Parque Pereyra. Lo que pretendemos es informar y alertar, porque cuando el río suena…
