El eterno problema con el manejo de la basura domiciliaria
El problema sobre qué hacer con los residuos sólidos urbanos (RSU) parece ser eterno y sin solución para la dirigencia política en general, y Berazategui no escapa a la lógica de enterrar la basura domiciliaria, siguiendo la línea trazada por la tristemente Ceamse: ningún tratamiento a los RSU, enterramiento y contaminación ambiental de tierra, agua y aire.
Desde que la actual gestión se hizo cargo de la intendencia, allá por 1987, nunca se le encontró la vuelta al manejo de los residuos y siempre fue motivo de polémica y noticia de algún diario de distribución regional: proliferaron basurales a cielo abierto “oficiales” en Plátanos Norte, en El Pato, en la bajada de la Autopista, entre otros, exponiendo a la población que habitaba en las inmediaciones de los basurales a olores nauseabundos, problemas respiratorios, proliferación de alimañas y roedores y contaminación de la tierra, el aire y las aguas superficiales y subterráneas.
En los últimos 20 años, este Foro Regional en Defensa del Río de la Plata, la Salud y el Medio Ambiente intervino interactuando con vecinos damnificados y denunciando el mal manejo de los residuos, como los basurales “oficiales” abiertos por la comuna, en 166 y 33, en Plátanos Norte y el ubicado en 172 y 14, a la bajada de la autopista Bs.As.-La Plata. Ambos basurales, fueron incendiados por la comuna para propiciar su reducción, pero exponiendo a las contaminantes dioxinas que generan los residuos al quemarse. Los dos basurales fueron cerrados por loa justicia.
Los países preocupados por los efectos de los residuos en la salud y el ambiente, propician la separación de los residuos en “secos” y “húmedos”, realizan recolección diferenciada, separan, seleccionan y comercializan los “secos” y tratan los “húmedos” que son los que preocupan, por toda la contaminación que generan.
Problemas provocados por los RSU
Las características propias de los residuos sólidos urbanos hacen que en su descomposición causen una serie de problemas, que pueden revestir mayor o menor gravedad dependiendo de la situación, cuando no son tratados de la forma adecuada. A continuación se exponen los efectos más comunes que provocan los RSU:
Contaminación atmosférica: cuando se entierra la basura, se produce fermentación con ausencia de aire de la materia orgánica lo que genera metano -gas de efecto invernadero veinte veces más potente que el dióxido de carbono- un gas que es el principal responsable de los incendios y explosiones que se producen en los rellenos sanitarios.
Cuando se produce un incendio en un basural y arden los residuos se liberan a la atmósfera compuestos químicos altamente contaminantes como las dioxinas, ácido clorhídrico, además de benceno, el cloruro de vinilo o el cloruro de metilo 7, gases que generan una infinidad de afecciones respiratorias, que afectan a quienes tienen el sistema inmunológico no desarrollado o deprimido: nuestros pibes y nuestros viejos.
Contaminación del suelo: las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo se ven profundamente alteradas cuando sobre éste se depositan residuos no biodegradables. Consecuencia directa de dicha contaminación es la desaparición de la flora y la fauna de la zona afectada, la alteración de los ciclos biogeoquímicos y la pérdida de nutrientes esenciales para la existencia de vida animal o vegetal.
Contaminación de las aguas superficiales y subterráneas: al descomponerse la basura generan lixiviados, que son jugos de los residuos que son altamente contaminantes. Las sustancias tóxicas que se generan en los vertederos y basurales a cielo abierto, son cloruro de vinilo, cloruro de metilo, tetracloruro de carbono y los clorobencenos (por su alta toxicidad destaca el hexaclorobenceno), siendo todos ellos sustancias persistentes y bioacumulativas en todos los eslabones de la cadena trófica. Su condición de líquidos provoca que estos se escurran y lleguen hasta las aguas subterráneas, desde donde los berazateguense extraemos agua para beber.
Proliferación de plagas y aparición de focos infecciosos: al acumularse de forma incontrolada los residuos sólidos urbanos se favorece la proliferación de plagas de roedores, insectos o aves carroñeras, entre otros seres vivos, que pueden ser posibles portadores de enfermedades.
Degradación del paisaje: la acumulación de residuos en lugares no apropiados o adecuados a menudo conlleva un impacto paisajístico negativo (además de accidentes y otros incidentes), puesto que se produce un importante deterioro visual.
Metales pesados
En los lixiviados también se encuentran presentes metales pesados que tienen un alto índice de toxicidad, y que por lo tanto son perjudiciales para la salud. A continuación se exponen algunos de estos materiales que se hallan en los lixiviados:
El plomo (Pb): este elemento químico procede de las baterías de los vehículos y de una gran variedad de aparatos electrónicos, como así también de plásticos, vidrios, cerámicas y pinturas. Parecencia de plomo en el organismo, afecta el sistema nervioso central, que se manifiestan en forma de pérdidas cognoscitivas y de debilidad en diferentes partes de nuestro cuerpo, especialmente en los dedos, las muñecas y los tobillos. Además, las mujeres embarazadas son más propensas a sufrir abortos y la producción de espermatozoides en los hombres, se puede ver profundamente mermada. Otro efecto producido por el plomo es el radical empobrecimiento de la sangre, lo que se conoce como anemia.
Aunque no está científicamente comprobado, algunos facultativos piensan que el plomo es potencialmente carcinogénico, puesto que personas con una alta exposición a este compuesto han desarrollado tumores en los riñones e incluso, tumores cerebrales.
El mercurio (Hg): este elemento químico procede, principalmente, de las baterías (especialmente de localizadores, equipos móviles), de las lámparas fluorescentes compactas o de las pilas alcalinas, aunque el mercurio es generado en grandes cantidades en el sector de la sanidad, donde se utilizan productos como los termómetros, las vacunas con thimerosal (producto que ayuda a la conservación de éstas), las sondas gástricas o las amalgamas dentales, que se encuentran en gran medida constituidos por este metal pesado.
Si por diversos motivos el mercurio penetra en el organismo humano, se debe de tener en cuenta que es una neurotoxina extremadamente potente, que atacará al sistema nervioso central. Puede causar daños en los riñones y en los pulmones de carácter irreversible, así como también tiene la capacidad de atravesar la placenta y la barrera hematoencefálica. Cuando el mercurio penetra en el organismo de una mujer embarazada, se corre el riesgo de que el niño que se está gestando padezca en el futuro sordera, ceguera, parálisis cerebral, dificultades para hablar o ataques de apoplejía.
Cuando los lixiviados que contienen mercurio alcanzan el mar, este compuesto se dispersa y los seres vivos acuáticos lo ingieren de tal manera que queda acumulado en su organismo. De esta manera, cuando estas especies son capturadas y se comercializan, los consumidores, sin darse cuenta, están introduciendo considerables cantidades de mercurio al comerse ese pescado que habían adquirido.
El cadmio (Cd): este elemento se halla presente en algunas aleaciones de bajo punto de fusión, en soldaduras, en antioxidantes (principalmente en aquellos que recubren al hierro o el latón), en ciertos pigmentos y en piezas de joyería y bisutería, así como algunos compuestos de cadmio son usados como estabilizantes de plásticos (como es el caso del PVC).
Cuando una persona inhala cadmio está corriendo el riesgo de sufrir una gran variedad de enfermedades pulmonares, que ocasionalmente conducen a la muerte. Además, este elemento químico daña a otros órganos del cuerpo humano como el hígado y los riñones (alteración en el mecanismo de filtración, con la consecuente pérdida de proteínas vitales y de azúcares). Otros efectos nocivos que se producen sobre la salud humana como consecuencia de la exposición al cadmio, son el aumento de la fragilidad de la estructura ósea del cuerpo, la infertilidad, las alteraciones en el sistema nervioso central y en el sistema inmune y la aparición de dolencias de carácter gastrointestinal.
A modo de cierre, se podría afirmar que en términos globales en Argentina no existe esa máxima ambientalista de “reducir, reciclar, reutilizar y repensar” las formas de tratamiento de los residuos domiciliarios, donde el vecino separe la basura “diferenciando” húmedos de secos (orgánicos e inorgánicos) posibilitando que se los recolecte en forma separada, para tratar los húmedos en forma amigable y potenciando la reutilización de los inorgánicos. Solo así, se cortará con el enterramiento de basura utilizado desde siempre, que tan mal le hace al medio ambiente.