Nuestro tesoro, nuestra esmeralda. Los bosques nativos de la costa del Río de la Plata

Durante siglos América fue la tierra saqueada por los conquistadores Europeos, Oro, Plata, piedras presionas, recursos naturales. En los últimos tiempos este saqueo, se viene dando también con  los bienes públicos, bienes que son de toda la población. 

En esta oportunidad hablaremos de bosques nativos que se encuentran a lo largo de la costa del Río de la Plata. Cuando uno habla de Bosques se los imagina en el interior de nuestro país, nunca tan cercanos como en la costa del Río de la Plata. La mayoría de la población no sabe que  del otro lado de la Autopista Buenos Aires- La Plata existe una Selva Marginal,  un bosque nativo, humedales que forman un corredor de biodiversidad que genera un servicio ambiental de  gran importancia para la salud de nuestra población.   

Personas que transitaron por las décadas de los 50 y 60 recordaran los paseo costeros y los chapuzones en el Río de La Plata, el vino patero, la verdura y fruta fresca de las quintas de Hudson, del delta del Tigre, Berisso, Ensenada, o las Quintas de Villa Dominico – Sarandi, zonas costeras fruti hortícola que abastecían  al conurbano y Capital Federal. Pues bien todo esto, se dice que se ha perdido, cuando allá por la década del 70, en la zona sur  precisamente en el 1977 se crea el CEAMSE Villa Dominico por un decreto ley 9111 en pleno proceso de la dictadura militar.  

A los quinteros se le expropiaron las tierras para crear el gran relleno “(in)sanitario”, una gran muralla de basura que separó a la sociedad del conurbano sur de su costa Platense, para luego construir la Autopista Buenos Aires La Plata y crear el segundo murallón que separa a la ciudad del Río. 

Con este sistema de enterramiento de basura se les impidió a los vecinos de Avellaneda, Villa Dominico, Don Bosco y Bernal el libre acceso al Río de la Plata. Poco a poco, esa cultura ribereña y recuerdos se fueron perdiendo y  olvidando. Al Río de la Plata se lo siguió contaminando progresivamente y terminaron dándole la espalda y olvidando que sus ciudades tenían una costa para disfrutar.  

Aprovechando esta situación, de  aguas contaminadas por desechos industriales, cloacales, degradación, abandono y con la excusa de que son lugares abandonados de difícil acceso, contaminados y degradados, aparecen en escena los nuevos colonizadores, haciéndose pasar por los actuales salvadores. 

Primero fue en el año 2000 el intento de construir un barrio exclusivo en la Selva Marginal de Hudson, que la movilización social impidió. Y logró que se declarara a este espacio único como Reserva Natural Protegida. Aunque el riesgo persiste. 

Luego emergió la empresa Techint, operadora de la CEAMSE desde 1977 hasta su cierre, también logrado con la lucha de los vecinos, en el 2004. Una de sus empresas subsidiarias, SyU.SA, tenía a su cargo los trabajos de ingeniería dentro del relleno y priorizando sus ganancias nos dejaron contaminación y degradación en la región de Avellaneda y Quilmes. 

Esta lucha hizo que otros vecinos tomaran conciencia de lo que significa vivir cerca de un relleno y es por ello que en la actualidad emerge una sostenida resistencia a los rellenos Sanitarios o basurales a cielo abierto, sean operados por la CEAMSE o no. La Sociedad ya sabe cuales son las consecuencias (contaminación del aire, del suelo y el agua). 

En el año 2002 dos años antes de lograr el cierre del relleno Villa Dominico – Quilmes, por presión popular se logra que el concejo Deliberante Quilmeño sancione  la ordenanza 9348/02 que declaró Reserva Natural y Parque ecológico al área que va desde el limite con Avellaneda, las tierras no afectada por el Ceamse el Río de la Plata y el límite con Berazategui. En sus considerándos se hablaba de la necesidad de proteger este lugar debido a la gran contaminación reinante a fin de evitar futuras pestes y enfermedades virulentas. 

El bosque ribereño Quilmes-Avellaneda tiene un gran valor para la conservación de los recursos naturales, ya que –entre otros efectos- constituye el límite austral de dispersión de varias especies y es hábitat de animales y plantas poco frecuentes en la región. Por otra parte, ha sido reconocido por múltiples especialistas como un bosque nativo de importancia fundamental y el último espacio verde significativo de una región que tiene sólo el 2% de los espacios verdes que debería tener según las pautas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud. 

Pero por esas paradojas de los hechos a quienes fueron parte de la degradación de la región en el año 2008 se los premió permitiéndole realizar un negociado inmobiliario denominado “Nueva Costa del Plata” en el área que ocupa el Bosque Nativo Costero en Avellaneda y Quilmes.  

Últimamente ese saqueo se viene dando con los recursos naturales es avalado e impulsado no solo por los empresarios sino por nuestros propios funcionarios.  

Los nuevos salvadores 

El 13 de mayo del 2008 en el Teatro Roma de Avellaneda se presenta el Proyecto inmobiliario Nueva costa del Plata. En el acto estaba el Gobernador de la Provincia, Daniel Scioli, el –en ese momento- intendente de Avellaneda Baldomero Álvarez, el intendente de Quilmes Francisco Gutiérrez y el Arq. Roberto Converti representando a la empresa Techint. 

En esta oportunidad se presentaban todas las bondades del emprendimiento inmobiliario que ocuparía 232 ha en los distritos de Avellaneda y Quilmes, “protegiendo la reserva natural y bosque nativo”, aunque en la reserva se construirían varias torres de hasta 40 pisos, centro de exposiciones, viviendas de nivel, una Universidad, Casinos, centro de compras, etc. es decir una ciudad -para pocos- dentro de otra ciudad. Allí vivirán alrededor de 25.000 personas.  En su discurso decían devolver el acceso al río, facilitar la llegada y a revalorizar una zona abandonada y contaminada. 

Pero los vecinos se preguntan ¿Quien nos quito el acceso al Río? ¿Nos abrirán los portones que existen? ¿Quién contaminó la zona? 

Los mismos que contaminaron ahora nos dicen que van a proteger la reserva rellenando el humedal elevando el suelo  a 5,50mts de altura para poder construir. ¿Se le puede creer? 

En un área que esta señalizada como bosque nativo, área de mediana y alta conservación, según consta en el proyecto de ley provincial que reglamente la Ley Nacional de Bosques Nativos 26331/07, norma que especifica que hasta que las provincias no sancionen su ordenamiento no se podrá realizar ninguna modificación del uso de suelo, ni  se producirá desmonte alguno. 

A pesar de ello en Avellaneda el 18 de enero de 2012 la empresa comenzó las tareas de desmonte y relleno, ya que en el 2008 el Concejo Deliberante local había sancionado una ordenanza permitiendo la modificación del uso de Suelo con autorización de la autoridades municipales de Avellaneda y de la Provincia de Buenos Aires olvidando que estaban violando la Ley Nacional de Bosques Nativos. 

En Quilmes en dos oportunidades -entre los años 2010 y 2012- se intento tratar derogar la ordenanza que protege a la Reserva Natural, pero en ambas oportunidades no hubo quórum debido a la presión ejercida por los vecinos que exigen la protección de la reserva.  

En enero del 2013, ejerciendo el derecho y la obligación de proteger el medio ambiente como derecho consagrado en la Constitución Nacional, por medio de una cautelar presentada por vecinos de Avellaneda y Quilmes se logra parar las obras realizadas por la empresa Techint en Avellaneda.  

En esa oportunidad el Juez Federal de La Plata, Dr. Alberto Recondo, suspendió cautelarmente el mega-emprendimiento inmobiliario proyectado e iniciado en el bosque ribereño Quilmes-Avellaneda, por una empresa que integra el Grupo Techint. De este modo, el citado magistrado ratificó y amplió la medida de no innovar que pesaba sobre el emprendimiento denominado “Nueva Costa del Plata. Dicha medida, inicialmente decretada por la Cámara Federal de La Plata, tenía un plazo de 30 días, tiempo en el cual el Juez de Primera Instancia realizó una inspección ocular en el lugar y recabo otros informes que le permitieron ampliar los alcances temporales de la orden de paralización de las obras, hasta que culmine el litigio iniciado a inicios de año por un grupo de vecinos y una asociación ambiental. Ahora, hay que defenderlo. 

Mientras tantos el apetito insaciable de atesorar más y más plata pone en riesgo otras zonas ribereñas. Tal es el caso de la costa de Berazategui, donde entre gallos y media noche el municipio a iniciado obras para la construcción de un vial costero que paralelo al río, y a pocos menos de 100 metros del mismo, unirá las calles 14 y 63 de esa localidad. La realización de esta obra pone en riesgo la zona de humedales ribereños e eliminará los valles de inundación que allí existen. Este camino que estará elevado en relación al nivel actual y se convertirá en la segunda barrera para que las aguas de lluvia de la región busquen naturalmente el río para desaguar, haciendo presumir futuras inundaciones en los barrios que están al oeste del la autopista Buenos Aires – La Plata. 

El proyecto es aún más ambicioso y seguramente en un futuro no muy lejano tratarán de continuar este camino costero hasta Villa Elisa y esto afectará a la Selva Marginal de Hudson y la Reserva de Punta Lara. 

Pero también en el conurbano norte la situación es similar. Es decir que esta situación se percibe a lo largo de toda la costa del Río de la Plata 

Bastan algunos ejemplos. En el Tigre, está el proyecto inmobiliario Colony Park, frenado por los vecinos, con las obras de profundización de canales sobre el humedal llegaron a una napa de agua salada, modificando y haciendo que una superficie de agua  dulce se transformada en una superficie con agua salada, destruyendo toda la vida que en ella habitaba. 

Otro caso sobre el continente es el emprendimiento «Venice». Se esta desarrollando donde estaba los astilleros Astarsa, que durante la época del proceso militar se llevaron a trabajadores detenidos y luego desaparecidos. 

En Villa la Ñata hay apropiación de costa pública. Sobre la costa del canal García se apropiaron de la costa para el comercio. El Bosque Alegre en San. El Vial Costero en Vicente López 

Esto son los nuevos conquistadores, pero son de aquí. Aunque el capital no tiene patria y lo único que persigue es atesorar más y más dinero.  

La mayoría de estas obras se realizan sobre zonas de humedales, ubicados en el valle de inundación del Río de la Plata. Para realizarlas necesitan rellenar los humedales. Estos funcionan como  esponjas gigantes, permitiendo retener las aguas de las lluvias, mitigar las inundaciones del río, filtrar las aguas y recargar los acuíferos subterráneos, son reguladores de las temperaturas, convirtiéndose en el aire acondicionados de las ciudades, además son reservorios de especies animales, vegetales y desarrollar un corredor biológico de fundamental importancia para la vida. 

¿A que llaman progreso?  

– A la construcción indiscriminada en lugares que no son aptos para ello. 

– A la modificación continua de suelos para el negocio del transporte, rellenando valles de inundación de arroyos y ríos para que después padezcamos lo sucedido  en el pasado mes de abril con las inundaciones de Capital, Conurbano y La Plata, donde el agua buscando su antiguo cause, produjo desolación y muerte. 

– A la impermeabilización de las ciudades con cemento no permitiendo el escurrimiento y absorción de las aguas hacia los acuíferos. 

Debemos repensar que es lo que se quiere y hacia donde ir. Si seguimos en este camino y a esta velocidad el fin es el abismo. 

Estamos a tiempo de pegar el volantazo y tomar otro rumbo que no nos lleve a la autodestrucción. 

De todos y cada uno de nosotros depende, el proteger a nuestro tesoro o permitir que lo destruyan.

  El futuro está en nuestras manos, y es hoy

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