Recuperando nuestra historia. Memoria para cambiar nuestra realidad

Señalización de la Reserva Natural Quilmes-Avellaneda

Muchas veces escuchamos historias de nuestros mayores sobre las comidas al aire libre y fines de semanas que pasaban en el río. Historias lejanas, rememorando momentos gratos de disfrute, de compartir con  otros.

Cuenta «La Peti» vecina de Bernal, que su papá era carbonero y los fines de semana iban al Río. La ceremonia se iniciaba con la preparación de todo  lo necesario: banquitos, cubiertos, platos,  el papá ensillaba el caballo y cargaba la parrilla para hacer el  fueguito para el  asado, la mamá las verduras para la ensalada y los niños se encargaban de las paletas y la pelota para jugar en la playa. Ya todos preparados y arriba del carro partían hacia el río por la calle Avellaneda,  siendo parada oficial de todos los que se encaminaban a ese paseo familiar la panadería que se encontraba frente al Sanatorio Bernal. Allí compraban el pan y las facturas para pasar el fin de semana. Una vez que llegaban a destino comenzaba la segunda etapa, buscar lugar y desenganchar el caballo del carro, descargar las cosas, armar el fueguito, calentar el agua para el mate y dar inicio al fin de semana en la Ribera.

Un lugar de encuentro con los otros era «EL RECREO LA TAPERA,  DONDE LLUEVE Y NO GOTEA». (Una casilla de chapa construida sobre pilotes allá por 1914, que resistió crecientes, sudestadas y sigue hoy en pie).  Allí se armaban los bailongos, en tanto  los papás bailaban al ritmo de alguna orquesta que se convocaba en el lugar, los niños jugaban, se divertían, chapoteando en el Río.

Pero todo esto cambio allá por los 70, precisamente  cuando se crea el CEAMSE por decreto ley  9111/78. A partir de ahí se expulsó a los quinteros del lugar, para crear el basural,  destruyendo el humedal y generando contaminación en  la región de Avellaneda y Quilmes.  El área sigue contaminada en la actualidad.

El acceso al río le fue vedado a los vecinos en la zona de Villa Dominico, Wilde, Don Bosco. Era imposible llegar a la costa ya que estaba vallada y custodiada por personal militar. Muchos intentos hubo para desalojar a los vecinos de la Ribera de Bernal y extender el Basural sobre estas tierras.  Parte de la resistencia la sostuvo el Padre Roberto Zardini, que inscribió la capilla del barrio en el Vaticano. Esta acción fue fundamental, hizo que el barrio denunciara su existencia, tuviera registro en un lugar del mundo y así no pudieran negarlo.  No lograron desaparecer al barrio, un verdadero ejemplo de lucha.

En 1983 La dictadura militar termina y comienza el proceso de gobiernos democráticos. En 1996 en Quilmes se crea la Reserva los Sauces por ordenanza Municipal que abarca el frente costero de Bernal. Una reserva que existe en los papeles y que ningún gobierno se ocupó de proteger y difundir.

En 1998, debido al incendio que se produjo dentro del relleno debido a la extrema concentración de gases inflamables, se agudiza la lucha por el cierre de Relleno CEAMSE villa Dominico-Quilmes. La quema de distintos productos generó dioxinas e hizo que niños que vivían en las torres de Wilde enfermaran y algunos de ellos murieran. Este acontecimiento produjo una gran indignación y mayor participación vecinal.

La gran participación ciudadana por el cierre del CEAMSE hace que en el 2002 se produzca una segunda declaración de reserva natural en Quilmes por Ordenanza Municipal 9348/02. El fundamento de la misma se basaba en proteger la franja costera (humedales y bosque nativo para ser utilizado como filtro natural) para no provocar mayor contaminación al Río de La Plata que la ya generada por el CEAMSE, la descarga de efluentes industriales y cloacales a los arroyos. La reserva seria un gran filtro de toda esta contaminación y de esta manera el servicio ambiental que generaría evitaría enfermedades. En esa oportunidad se declara: «Reserva Natural y Parque Ecológico» a toda la franja costera Quilmeña desde Avellaneda hasta Berazategui.

En el 2004 (el 30 de enero), luego de varios años de trabajo por cerrar el CEAMSE, los vecinos triunfan y logran su objetivo, se cierra el  Relleno Villa Domínico-Quilmes, que en sus comienzos fue uno de los más grandes de América Latina.

Habían pasado cuatro años del cierre del relleno (ya era 2008) y la empresa S.Y.U.S.A. subsidiaria de Techint, que trabajó dentro del CEAMSE, realiza la presentación en el Teatro Roma junto a los Intendentes de Avellaneda -Baldomero Álvarez- y de Quilmes -Francisco Gutiérrez-  del  «proyecto Nueva Costa del Plata», megaemprendimiento inmobiliario que pretenden realizar sobre el área de reserva, delante del Relleno del CEAMSE cerrado justamente por contaminar.

Con la excusa «del Progreso» y «del Desarrollo» del pueblo, al pobre Río de La Plata se lo utilizó y utiliza como cloaca, se lo fue contaminando cada vez más y poco a poco los vecinos se fueron resignando a perder  los días felices en la ribera. Como un fuego que se apaga lentamente, se fueron  olvidando de el,  casi al punto de creer que  el río no existe, que desapareció. En realidad lo invisibilizaron para poder hacernos creer que hay personas con poderes especiales que lo pueden hacer aparecer.

Nosotros sabemos que esas personas son quienes nos quitaron el río, y ahora no nos van a hacer creer que nos lo van a devolver cuando lo que ofrecen es rellenar la reserva para convertirla en otro Puerto Madero.

No nos pueden devolver algo que siempre fue nuestro, de todos.

Este fin de semana nuevamente señalizamos la reserva (en el 2012 se instalaron los primeros carteles indicando su existencia) y se colocó un cartel señalizando nuestro patrimonio histórico cultural para que no sea sólo un recuerdo, sino para protegerlo, para que siga existiendo y sea parte de nuestra realidad; para poder contarle a las nuevas generaciones las historias que tenemos, las que construyen nuestra realidad.

Cuando a los pueblos se les quita su pasado, se les quita su identidad, no saben de dónde vienen ni hacia dónde van, y cualquiera puede con una mentira llegar y vender una realidad que no es propia del lugar y perjudicar a todos. Hacer negocios a costa de todos.

Que no nos quiten la alegría de disfrutar de nuestro río al natural.

Protejamos a nuestro Río de la Plata, con sus arroyos, humedales y bosques nativos,  que son fuente de vida.

¡Sí a la reserva Natural Quilmes-Avellaneda!

Asamblea No a la entrega de la costa Quilmes – Avellaneda

 

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